Escalas termométricas
Existen varias escalas
termométricas para medir temperaturas, relativas y absolutas.
A partir de la sensación fisiológica,
es posible hacerse una idea aproximada de la temperatura a la que se encuentra
un objeto. Pero esa apreciación directa está limitada por diferentes factores;
así el intervalo de temperaturas a lo largo del cual esto es posible es
pequeño; además, para una misma temperatura la sensación correspondiente puede
variar según se haya estado previamente en contacto con otros cuerpos más
calientes o más fríos y, por si fuera poco, no es posible expresar con
precisión en forma de cantidad los resultados de este tipo de apreciaciones
subjetivas. Por ello para medir temperaturas se recurre a los termómetros.
En todo cuerpo material la variación
de la temperatura va acompañada de la correspondiente variación de otras
propiedades medibles, de modo que a cada valor de aquella le corresponde un
solo valor de ésta. Tal es el caso de la longitud de una varilla metálica, de
la resistencia eléctrica de un metal, de la presión de un gas, del volumen de
un líquido, etc. Estas magnitudes cuya variación está ligada a la de la
temperatura se denominan propiedades termométricas, porque pueden ser empleadas
en la construcción de termómetros.
Para definir una escala de
temperaturas es necesario elegir una propiedad termométrica que reúna las
siguientes condiciones:
1. La expresión matemática de la relación entre la propiedad y la
temperatura debe ser conocida.
2. La propiedad termométrica debe ser lo bastante sensible a las
variaciones de temperatura como para poder detectar, con una precisión
aceptable, pequeños cambios térmicos.
3. El rango de temperatura accesible debe ser suficientemente grande.
Una vez que la propiedad termométrica
ha sido elegida, la elaboración de una escala termométrica o de temperaturas
lleva consigo, al menos, dos operaciones; por una parte, la determinación de
los puntos fijos o temperaturas de referencia que permanecen constantes en la
naturaleza y, por otra, la división del intervalo de temperaturas
correspondiente a tales puntos fijos en unidades o grados.
Lo que se necesita para construir un termómetro, son
puntos fijos, es decir procesos en los cuales la temperatura permanece constante. Ejemplos de procesos de este tipo son el
proceso de ebullición y el proceso de fusión.
Existen varias escalas para medir
temperaturas, las más importantes son la escala Celsius, la escala Kelvin y la
escala Fahrenheit.
Escala
Celsius
Esta escala es de uso
popular en los países que adhieren al Sistema Internacional de Unidades, por lo
que es la más utilizada mundialmente. Fija el valor de cero grados para la
fusión del agua y cien para su ebullición. Inicialmente fue propuesta en
Francia por Jean-Pierre Christin en el año 1743 (cambiando
la división original de 80 grados de René Antoine Ferchault de Réaumur) y luego
por Carlos Linneo, en Suiza, en el año 1745 (invirtiendo los
puntos fijos asignados por Anders Celsius).
En 1948, la Conferencia General de Pesos y
Medidas oficializó el nombre de "grado Celsius"
para referirse a la unidad termométrica que corresponde a la centésima parte
entre estos puntos.1
Para esta escala,
estos valores se escriben como 100 °C y 0 °C y se leen 100
grados Celsius y 0 grados Celsius, respectivamente.
Escala
Fahrenheit
En los países anglosajones se pueden encontrar aún
termómetros graduados en grado Fahrenheit (°F), propuesta por Gabriel
Fahrenheit en 1724. La escala Fahrenheit difiere de la Celsius tanto en los
valores asignados a los puntos fijos, como en el tamaño de los grados. En la
escala Fahrenheit los
puntos fijos son los de ebullición y fusión de una disolución de cloruro
amónico en agua. Así al primer punto fijo se le atribuye el valor 32 y al
segundo el valor 212. Para pasar de una a otra escala es preciso emplear la
ecuación:
t(°F) = (9/5) * t(°C)
+ 32 ó t(°C) = (5/9) * [t(°F) - 32]
donde
t(°F) representa la
temperatura expresada en grados Fahrenheit y t(°C) la expresada en grados Celsius.
Escala
Kelvin o absoluta
Se comparan las escalas Celsius y Kelvin mostrando
los puntos de referencia anteriores a 1954 y los posteriores para mostrar cómo
ambas convenciones coinciden. De color negroaparecen el punto triple del agua(0,01 °C, 273,16 K) y el cero absoluto (-273,15 °C,
0 K). De color gris los puntos de congelamiento (0,00 °C, 273,15 K) y
ebullición del agua (100 °C,
373,15 K).
Si bien en la vida
diaria las escalas Celsius y Fahrenheit son las más importantes, en ámbito
científico se usa otra, llamada "absoluta" o Kelvin, en honor a sir Lord Kelvin.
En la escala
absoluta, al 0 °C le hace corresponder 273,15 K,
mientras que los 100 °C se corresponden con 373,15 K. Se ve inmediatamente
que 0 K está a una temperatura que un termómetro centígrado señalará como
-273,15 °C. Dicha temperatura se denomina "cero absoluto".
Se puede notar que
las escalas Celsius y Kelvin poseen la misma sensibilidad. Por otra parte, esta
última escala considera como punto de referencia el punto triple del agua que,
bajo cierta presión, equivale a 0.01 °C.
La escala de
temperaturas adoptada por el Sistema Internacional de Unidades es
la llamada escala absoluta o Kelvin. En ella el tamaño de los grados es el
mismo que en la Celsius, pero el cero de la escala se fija en el - 273,15 °C.
Este punto llamado cero absoluto de temperaturas es tal que a dicha
temperatura desaparece la agitación molecular, por lo que, según el significado
que la teoría cinética atribuye a la magnitud temperatura, no tiene sentido
hablar de valores inferiores a él. El cero absoluto constituye un límite
inferior natural de temperaturas, lo que hace que en la escala Kelvin no
existan temperaturas bajo cero (negativas). La relación con la escala Celsius
viene dada por la ecuación:
T(K) = t(°C) + 273,15
ó t(°C) = T(K) - 273,15T(K) = (5/9) * [t(°F) + 459,67] ó
t(°F) = (9/5) * T(K) - 459,67
siendo T(K) la
temperatura expresada en kelvins.
Escala
Rankine:
Se denomina Rankine
(símbolo R) a la escala de temperatura que se define midiendo en grados
Fahrenheit sobre el cero absoluto, por lo que carece de valores negativos. Esta
escala fue propuesta por el físico e ingeniero escocés William Rankine en 1859.
La escala Rankine
tiene su punto de cero absoluto a −459,67 °F y los intervalos de grado son
idénticos al intervalo de grado Fahrenheit.
T(R) = t(°F) + 459,67
ó t(°F) = T(R) - 459,67
T(R) = (9/5) * [t(°C)
+ 273,16] ó t(°C) = (5/9) * [T(R) - 491,67]
siendo T(R) la
temperatura expresada en grados Rankine.
Usado comúnmente en
Inglaterra y en EE.UU. como medida de temperatura termodinámica. Aunque en la
comunidad científica las medidas son efectuadas en Sistema Internacional de Unidades,
por tanto la temperatura es medida en kelvins (K).
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